lunes, 23 de septiembre de 2013

Músculos de campeonato

Solía ser una criatura sedentaria hasta que el peso de mis propios años me obligaron a moverme. Comenzar a desarrollar actividad física luego de la costumbre de las tareas profesionales desde un escritorio, ha sido la experiencia extraordinaria. Me ha vuelto el cuerpo al alma.
Por estas nuevas rutas y distintas personas con las que me  he encontrado, la tarde del sábado asistí como invitada al certamen de Mr. Tamaulipas que tuvo su sede en el Gimnasio “Edmundo Castro Núñez” de la unidad deportiva Siglo XXI de Ciudad Victoria. 
El Estado estuvo cubierto por participantes que se sumaron a los de la capital, desde distintos puntos de la geografía tamaulipeca, como Nuevo Laredo, Reynosa, Río Bravo, Matamoros, Tampico, Madero, Mante y Ciudad Victoria. En cambio las autoridades deportivas, municipales y estatales, brillaron en su personal ausencia y se hicieron representar por terceros en lo que fue la máxima justa local.
Con esta sola acción podemos inferir la importancia que le confieren a pesar de que este deporte tiene décadas de tradición y mantiene a la entidad entre las 10 con mejores resultados competitivos a nivel nacional. El crecimiento de esta disciplina ha cargado con pesos muy pesados como la falta de estímulos, que han impedido un avance mayor y por lo tanto su público sigue reducido a un selecto número de aficionados.
Por qué sigue siendo tan difícil dedicarse al deporte en México? Por qué quienes tienen un ingreso seguro derivado de esta actividad son en su mayoría los que no lo sudan ni se ponen la camiseta?
Los apoyos públicos siguen siendo insuficientes, los privados aún más; porque para que estos últimos sean posibles se requiere el andamiaje de una política deportiva más favorecedora. A saber, la debilidad de estos fortachones es la falta de compromisos de los que hacen del deporte chamba.
Mr. Tamaulipas fue un evento bastante digno en el que se apreció más allá de los músculos, el esfuerzo diario, la meta constante de los hombres y mujeres que han hecho del físico constructivismo su rutina vital. Por lo pronto, la selección tamaulipeca integrada por campeones y campeonas resultantes de la pasada eliminatoria, irán a Mr. México, competición que se estará celebrando el 14 de septiembre en el Distrito Federal.

Columna publicada en el periódico Expreso de Cd. Victoria, La Razón de Tampico, y en el Suplemento Cultural Hojalata de Nuevo Laredo; Tamaulipas.. 
Portales electrónicos: Gaceta.mx, La Región Tamaulipas y Exponoticias.net.
Publicado el  5 de septiembre, 2013


viernes, 20 de septiembre de 2013

Jueves de Claraboya

El húmedo calor de la costa, exacerbado por el verano. El tiempo laxo de las vacaciones. Los días apresurados del regreso a clases y a la rutina. A Todo eso que es agosto en Tampico, se suman los festejos de aniversario de la Claraboya Literaria.
¿Cuántos jueves caben en 15 años? Todos esos, más otras presentaciones que se programaron como eventos extraordinarios son los que hacen la historia de este foro cultural independiente del sur de Tamaulipas.
Juan Villela, su director, repite siempre que es ocasión: “Aún con amenaza de ciclón, la Claraboya no se suspende”. Y con esa mística, el foro ha permanecido abierto durante una década y media, sin importar las inclemencias del clima, la ferocidad de una guerra ajena, la ausencia de presupuesto, y a veces, hasta la salud del organizador en merma.
¿Cuántas personas se han asomado a percibir las diferentes propuestas ofrecidas a través de esta ventana? Tantas que de jueves en jueves, La Claraboya ha establecido su propia parroquia. Fieles a los rituales del lugar, el público participa de las presentaciones y a su término, de la sección de  “preguntas y evasivas” en la que tienen oportunidad de interactuar directamente con el invitado de la noche, extendiendo la experiencia al comentar impresiones, compartir dudas y manifestar la opinión propia. Luego, el cierre del evento con breves minutos de “comerciales”, que no son otra cosa que invitaciones a distintos eventos de la ciudad y los avances de lo que será la próxima semana en el café de la Plaza de Armas que ha hospedado a esta actividad.
Aunque la Claraboya se fundó un 21 de marzo de 1998 en las instalaciones de una librería local, se mudó posteriormente a ese “lugar histórico con aroma de café” un 23 de agosto, y de ahí que éste sea el mes para conmemorar cada aniversario.
La Claraboya ha hecho tradiciones en su programa como: “Para comenzar el año…”, “Autores en su tinta”, ”El Grito”, “La Calaca, tilica y flaca”, y “El Génesis Navideño”… Sin embargo, su ciclo de “Homenajes” es una de las aportaciones más trascendentes porque ofrece, en vida, un reconocimiento a los distintos artistas que desde Tampico han expandido con sus obras nuestro patrimonio cultural. No hay estímulo más energizante para los autores en plena trayectoria y vitalidad que reunirlos con el público y celebrar su trabajo. Muchas de las veces, los homenajes se convocan a manera de despedida (vaya angustia que se les hace pasar) o peor aún, cuando ya están bajo tierra o hechos cenizas (vaya desatino que no exime) pero en Claraboya no es así. Entre las figuras que han sido honradas un jueves, están el Dr. José Sierra Flores, en su faceta de compositor, el artista plástico Jorge Yapur, la directora de orquesta María Teresa Cortinas Del Riego, el bailarín y coreógrafo, Juan López, además de los escritores Arturo Castillo Alva, Juan Jesús Aguilar y la escritora e historiadora, María Luisa Herrera Casasús.
Aún faltan dos jueves de agosto, y aún puede participar de la fiesta si no lo ha hecho. Hoy 22 será la lectura de Arturo Castillo Alva, y el próximo 29 de Juan Jesús Aguilar. Dos de los escritores, pilares de la literatura tamaulipeca que han hecho ese foro propio y en los que sin duda se reconocerá. No se lo pierda, será un jueves distinto, ya lo verá.


Columna publicada en el periódico Expreso de Cd. Victoria y La Razón de Tampico, Tamaulipas. 
Portales electrónicos: Gaceta.mx y La Región Tamaulipas.
 Publicado el  22 de agosto, 2013.





 

jueves, 19 de septiembre de 2013

La Claraboya en sus XV


La palabra claraboya nos despierta una imagen precisa, la relacionamos con el ojo de buey de un barco que a través de su cristal ha asomado mares, tormentas y otros navíos de pechos metálicos desnudos. Pero más allá de esa interpretación, cuando en Tampico se habla de ella, se refiere también al foro que deja pasar la luz de las manifestaciones artísticas y culturales.
Hace más de una década, Juan José Villela, miembro fundador de este foro independiente en el sur de Tamaulipas, me convocó a participar.

Quizá era una tarde de octubre, no lo recuerdo bien, cuando sonó el teléfono y preguntaron por mí.  Era un tal  Villela, quien esa primera vez me llamaba desde Tampico. Yo no sabía de él, pero me dijo que recién me había conocido leyendo Cualquier día de la Semana, una plaquette editada tiempo atrás por el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (CECAT).
Sucedía que junto a Oscar Okuzono, gerente de la librería del sur de Tamaulipas más importante por aquellos años, y otros entusiastas más, coordinaba las presentaciones de Claraboya Literaria. Un lugar para la reunión, la lectura en voz alta y la difusión de la literatura, el cual había encontrado espacio en el piso y entre los estantes de la Cristal.
Al reunir material para preparar un evento dedicado a las escritoras tamaulipecas, se topó con algunos textos de mi autoría. Aquella vez, aunque emocionada, le dije que no me sería posible hacer la distancia, asistir con mi avanzado estado de embarazo y mi pequeña hija de la mano; además de estar en el cierre de mi proyecto becario. Él insistió. Le dije que iría por las fiestas decembrinas al puerto y podría saludarle. Él insistió en conocer las palabras que por entonces me afanaban. Le envié una copia. Él insistió.
Así, el primer jueves del año 2002, Claraboya literaria comenzó sus quehaceres presentando una selección de poemas y comentarios sobre Estado de Gracia. Juan reunió lectores, público, prensa. Yo llevé la sidra para brindar por un afecto germinante.
Los fundadores de esta actividad, al tiempo, hicieron caminos divergentes, pero para Juan José Villela son 15 años. Muchos jueves, mucha obra, mucho talento, mucha entrega. Una labor alternativa que a todos enriquece. El objetivo inicial se mantiene: privilegiar las letras. Sin embargo él se propuso “abrir el abanico”, mantener un foro abierto para los creadores y las manifestaciones culturales; un escenario libre y gratuito para el público.
Claraboya es un sitio generoso que ha mantenido un hombre comprometido. Un hombre solo. Un hombre que sin más fuerza que el entusiasmo y más solvencia que la pasión, lo ha hecho posible. Miro hacia atrás y realmente la distancia me parece breve, quizá es la señal de que comienzo a envejecer. A lo largo de la travesía he asistido a la consolidación de ese espacio en el que muchos talentos locales y foráneos han podido compartir su obra, es decir, han podido crecer.
He visto a Villela cargar las bocinas en su auto, montar los cables, citar a ensayos, recorrer los medios de comunicación con un boletín informativo, acomodar las sillas, elegir las fotos, probar los micrófonos, secarse el sudor, anudarse la corbata, ponerse el saco y dar la bienvenida. Lo he visto transfigurar lugares: una librería, una plaza, un atrio… que son gracias a su esfuerzo punto de reunión, ebullición artística. El quehacer cultural extra muros, extra oficial, rompe fronteras inéditas.

Juan ha mantenido vigente y desempañada La Claraboya. Por ella Sigue contemplándose lo que a pesar de estar sujeto a la fragilidad del tiempo, no se desploma ni se convierte en fragmentos sino en tejido de nuestra memoria. Claraboya enfatiza a los artistas hechos y apuesta con la presentación de jóvenes creadores, es una mirada al pasado, otra al futuro y a la continuidad del arte.

Reitero el agradecimiento, la admiración a Juan José Villela por continuar con su obra de promoción cultural, sin importar hacia donde sople el viento y brindando a tantos una experiencia de vida, es decir, por eso de mantener abierto un lugar, dar cobijo a una parroquia y hacer que estar allí, encontrase en el camino siga valiendo la pena.


Columna publicada en el periódico Expreso de Cd. Victoria y La Razón de Tampico, Tamaulipas. 
Portales electrónicos: Gaceta.mx y La Región Tamaulipas.
 Publicado el  15 de Agosto, 2013

jueves, 12 de septiembre de 2013

El FIT en sus XV

La fiesta grande del arte en Tamaulipas, llega a sus catorces otoños más un verano. La suma de las estaciones da su décimo quinto aniversario. 

¿Cuántos años requiere una actividad cultural de este tipo para consolidarse? Dependerá, por su puesto, de múltiples factores y nuestro estado continua ese proceso de fortalecimiento.  Mucho por aprender, y otras trayectorias que podrían ser útiles de  observar como la del Cervantino en Guanajuato que ha cumplido 41 años de trabajo, o el Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México que celebrará los 30 en su siguiente edición.
En este punto de camino, vale la pena la revisión retrospectiva de la labor sostenida, de las etapas atravesadas, de los logros consumados y los retos por venir.
Los Festivales pueden constituirse más allá de los escenarios en un motor de economía cultural, tan necesaria de generar en México. Imaginemos por ejemplo, actividades que vayan hacia la sustentabilidad financiera sin mermar su impacto social.
Que se enfoquen en abrir oportunidades al talento local, es decir que sean espacios de estreno y promotores de financiamiento para las distintas obras y ejecuciones artísticas.
Que mantengan criterios transparentes y oportunos de racionalidad programática. Empezando con una convocatoria amplia en tiempo y forma, así como indicadores precisos parar la entrega de propuestas y resultados de selección.
Que se abone un clima de confianza, integrando consejos promotores que ofrezcan asesoría y realicen el dictamen de los participantes.
Que se integre una red de festivales nacionales para dar a conocer a los creadores y ejecutantes de México, las diferentes convocatorias de cada estado de la República.
Que año con año se constituyan como proyectos renovados, con estrategia y visión. Así, los artistas estarán claros de lo que involucrará el reto de pertenecer a la agenda de sus eventos.
Festivales que además del prestigio, los aplausos, logren activar la iniciativa cultural apostando por la pluralidad, en donde todas las artes tengan cabida equitativamente, para que las fiestas culturales sean de todos, para todos y beneficien a todos. A fin de cuentas nuestro país es una democracia.

Por lo pronto, celebremos hasta el 8 de septiembre, los quince años de presencia y crecimiento del Festival Internacional Tamaulipas. 


Columna publicada en el periódico Expreso de Cd. Victoria y La Razón de Tampico, Tamaulipas. 
Portales electrónicos: Gaceta.mx y La Región Tamaulipas.
 Publicado el  29 de agosto, 2013

viernes, 6 de septiembre de 2013

Las clases de la Maestra


Vuelve a levantarse el antiguo edificio del ex Instituto Regional de Bellas Artes (IRBA) en la Ciudad de Tampico. Vuelve a levantarse y al darlo de alta se convierte en una fiesta cultural para la zona sur del estado, un abono  a la esperanza.
El inmueble  fue construido hace más de 50 años durante el período de gobierno estatal del Dr. Norberto Treviño Zapata, y el municipal de  Francisco Villareal. Muchas historias fueron las que entretejieron sus muros, sus paredes fueron los músculos que movieron durante décadas una zona importante del desarrollo artístico de Tamaulipas. Y sin embargo llegaron tiempos de abandono e indolencia, tiempos en que se desoyeron peticiones, reclamos de la comunidad. Tiempos en que las “orejas de pescado” parecían corroer las paredes, apolillar las duelas y crecer la hierba en el inmueble de la  Avenida Hidalgo.
¿Por qué la política cultural en nuestro país pareciera depender de voluntades y no de necesidades manifiestas? 
De los 50 años del IRBA, casi dos décadas estuvo fuera de acción. Primero batallado con los financiamientos para operar,  después nadando de muertito para no hacer olas en espera de que llegara un salvavidas, luego el punto del naufragio y los momentos peregrinos en que inclusive llegó a  ser considerado opción para  montar ahí una academia policiaca.
Sin embargo a partir del 2008, la maestra Magdalena Peraza - entonces diputada local-  se propuso recuperar el inmueble para las artes. Muchas piedras en el camino detuvieron su gestión pero a vuelta de los años, y concluyendo ahora su labor como alcaldesa de Tampico, entregó a la ciudad este espacio reconstruido.
La Maestra Peraza demostró su pericia y compromiso. Realizó los trámites correspondientes para reintegrar el inmueble, logró sumar apoyos de instituciones como CONACULTA, PEMEX y Gobierno del Estado, además de incluir a representantes de la comunidad intelectual y artística para integrar el Comité de seguimiento de la obra, y finalmente cumplir con lo pactado en sus tiempos de campaña.
Otro logro plausible de la actual administración en los terrenos del arte, fue desempantanar la convocatoria del Premio Nacional de Literatura Efraín Huerta, una tradición que se había truncado por malos manejos financieros anteriores, y que le fue heredada con saldos pendientes.
El pasado 19 de julio se realizó la inauguración de este nuevo espacio cultural, otrora IRBA, con la presencia del Ingeniero Egidio Torre Cantú, Gobernador del Estado quien participó de la simbólica ceremonia del corte de listón. A la celebración acudieron autoridades culturales de distintos órdenes, así como los creadores, intérpretes y ejecutantes más distinguidos de la conurbada del sur tamaulipeco.
La Maestra va cerrando bien su labor, ampliando el horizonte por venir, y con tal ejercicio da una clase no solicitada a más de un edil que pretextó no tener recurso. Como ejemplo, quien en tiempos de otras dolorosas desventuras justifica su quehacer en pro del desarrollo artístico e intelectual de su ciudad cerrando una calle, un día a la semana… visión rabona, de mero entretenimiento, que si bien también se ocupa no basta para cumplir y fecundar tiempos mejores.

Columna publicada en el periódico Expreso de Cd. Victoria y La Razón de Tampico, Tamaulipas. 
Portales electrónicos: Gaceta.mx y La Región Tamaulipas.
 Publicado el  25 de julio, 2013.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Poetas "anotan" en Brasil

Si junio fue un tiempo de orgullo frustrado para los mexicanos con el deshonroso papel de la selección de futbol en la Copa Confederaciones, Julio inició una temporada distinta con otra selección: Poetas mexicanos en las lenguas del mundo.
Irrumpiendo casi a la par de nuestro verano boreal, el pasado 4 de julio se presentaron en Casa das Rosas, los primeros cinco títulos de la colección emprendida por Mantis Editores en coedición con el programa EPRO Libros coordinado por CONACULTA a través del INBA.
Esta política cultural, la cual no sabemos si se mantendrá vigente en el presente sexenio, buscó en su convocatoria 2012 dar un estímulo extraordinario a las artes en México. En el caso específico de la literatura, no sólo con la publicación de autores mexicanos, la formación lectora y de nuevos  públicos sino apoyando la consolidación de empresas culturales interesadas en la producción de obras nacionales.
Luis Aguilar, poeta tamaulipeco ahora avecindado en  Nuevo León, tuvo la visión de reunir una muestra de la mejor poesía mexicana de la actualidad y traducirla al portugués en donde la presencia de nuestras letras ha sido escasa, y es ahí donde radica la fuerza del proyecto.
Mantris Editores, dirigida por el también poeta y Luis [Armenta Malpica], emprendió la propuesta llevando a Aguilar como coordinador de la colección y sumando a los barsileños Paulo Ferraz, Ronaldo Ferrito, Fabio Aristiminho Vargas, Víctor del Franco y Rafael Rocha Daud  como traductores de los mexicanos.
Luis Aguilar seleccionó 10 voces que bajo su experimentado juicio considera lo más representativo de las generaciones que arrancaron su andanza a partir de 1930 y antes de 1970. La colección quedó conformada con Jorge Fernández Granados/ 39 poemas, Francisco Fernández/ Mi vida con la perra, Blanca Luz Pulido/ Libreta de direcciones, Francisco Magaña/ Primera comunión, Ricardo Castillo/ Nuevo islario, Jeremías Marquines/ Acapulco golden, Cristina Rivera Garza/ Veriditas, Abigael Bohórquez/ Poesía en prenda, Jorge Esquinca/ Descripción de un brillo azul cobalto, y Patricia Medina/ Novela en verde y gris.
Esta ecléctica reunión editorial amalgama de reediciones, pasando por antologías de obra, hasta poemarios que se mantenían sin publicar; conservando sobre todo una línea estética plural, una calidad irreprochable.
El resultado del esfuerzo ya es tangible con la aparición de los cinco primeros títulos de la serie y su presentación en Brasil. Una plausible labor de Luis, el tamaulipeco, que manteniendo el dedo sobre el renglón busca que la poesía fluya, logrando en esta ocasión convencer al editor Armenta, a 10 poetas mexicanos de talla extraordinaria y 5 más también reconocidos por su nivel de traducción. Juntos han marcado una huella inicial en el vasto camino por andar de la difusión de las letras mexicanas en el mundo.

Columna publicada en el periódico Expreso de Cd. Victoria y La Razón de Tampico, Tamaulipas. 
Portales electrónicos: Gaceta.mx y La Región Tamaulipas.
 Publicado el  18 de julio, 2013.