martes, 31 de agosto de 2010

De aquí somos

Hacía tiempo que hablábamos de realizar un paseo familiar por carretera al interior del país, pero cuando el verano se acercaba, las balaceras y los cuerpos ejecutados de todos los calibres siguieron multiplicándose en nuestro territorio. El slogan promocional del sector turismo: Vive México, comenzó a parecer inoportuno y mordaz.
En un impulso de sobrevivencia y compulsión vacacional, idealicé un viaje para navegar el Caribe que comenzara o concluyera con una visita a los parques temáticos que prometen la estancia en un reino mágico o de película. La idea era poner kilómetros, mar de por medio, a la pesadilla de temer la vida diaria. Una semana de fantasía con permanente vista azul, botargas, sonrisas de alquiler.
Luego, los pendientes laborales parecían banda sin fin, los vientos crecieron hasta un ciclón de temporada. La premura nos cortó las alas, la lluvia cerró hacia el norte, puentes, carreteras. Otras tormentas comenzaron su amenaza desde el Golfo. En medio del caos, decidimos mudar nuestras fechas para el próximo calendario con la esperanza de un sol más permanente y un vuelo redondo en precio.
Entonces sin destino, con el horario holgado, escuchamos por televisión sobre un prometedor recorrido que comienza con el trámite gratuito del Pasaporte Guanajuato Bicentenario para concluir con la visita a la Expo en Silao después de recorrer 10 ciudades de la ruta que iniciaran los Insurgentes en 1810.
Al visitar la página vamosaguanajuato.com se expone claramente la mecánica de la experiencia, la cual promete a su término un regalo conmemorativo, participar en el sorteo de un auto y el nombramiento como Capitán Insurgente del Bicentenario. La Secretaría de Desarrollo Turístico del estado ofrece a través de esa herramienta virtual, información suficiente sobre destinos, paquetes, eventos, hoteles, gastronomía y promociones.

Por más que rascamos de manera doméstica, no hubo mayores datos que inhibieran la visita, peores cosas se viven en el norte. Esas maneras que desalientan al viajero, ese listado de precauciones que en otros países se otorga a los turistas cuando planean visitarnos. Los hoteles en la mayoría de los puntos señalados requieren reservación previa, la ocupación hotelera en la zona de alguna manera deja ver que pasar las noches por allá no es descaradamente inseguro ni tampoco barato. Pero vale la pena.

Hacer la ruta de la insurgencia es una peregrinación extraordinaria al tiempo que nos acuñó como nación. Los protagonistas de ese período histórico siguen sintiéndose presentes en los edificios, paisajes y las pláticas de los actuales moradores del Bajío. Los espectáculos de luz y sonido, las recreaciones, los museos tradicionales, las nuevas salas interactivas multimedia y por supuesto la Expo Bicentenario son parte del esfuerzo de convocatoria del estado de Guanajuato a la conmemoración nacional.



Partimos a son de lluvia y durante nuestra estancia el clima nunca llegó a los treinta grados centígrados, sin embargo nos sentimos cobijados por la amabilidad de los residentes. En todo momento bienvenidos.
Durante este verano 2010, familiar y en carretera, al explorar la geografía de ese pequeño y orgulloso estado de la República, pudimos mirar de distinta manera algunos momentos del pasado nacional, trazar el perfil de los hombres a los que llamamos héroes.
Aún es tiempo de salir al encuentro de México, regresar deletreándolo de manera distinta. Gestar en nuestros quehaceres cotidianos ese proyecto renovable que llamamos patria, para finalmente decir de aquí soy, sin obviar el gentilicio.

Eva sin paraíso: columna publicada en el Expreso de Ciudad Victoria y La Razón de Tampico.
Fotografía Víctor Hugo Olivares

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