jueves, 18 de abril de 2013

Calenturas y explosiones


A mediados de abril, la temperatura nos sorprende. No es que antes no supiéramos lo que es un calor de más de 40 grados sino lo precoz en el calendario de este sol maduro y la ausencia de humedades.
Según el termómetro del Servicio Meteorológico Nacional, la capital de Tamaulipas estuvo entre las cinco localidades más calientes de México el pasado 15 de abril, marcando arriba de los 40 grados centígrados. En adelante todo parece indicar que seguiremos a la alza.
El asunto es que si esta vehemencia del tiempo apenas comienza, las medidas urgentes ya son necesarias. Las actividades al aire libre necesitan ser reguladas, los campos deportivos con nuevos horarios de acceso, el abasto de agua asegurado a la población y el campo, las normas sanitarias puntualmente observadas… porque las alertas han comenzado a sonar, más de 45 grados se auguran para las peores calenturas porvenir.
Nuestra franja fronteriza ya acusa los síntomas de la sequía extrema. ¿Habremos de coordinarnos para efectuar una danza monumental de invocación a la lluvia? Todo es válido como recurso de sobrevivencia, además este tipo de rituales nativos promovían con las precipitaciones pluviales la limpia de la tierra de espíritus malignos. Doble beneficio para esta temporada de secas y otros malestares.






Sin embargo, como criaturas del siglo XXI tenemos otros recursos a la mano. El Secretario  de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Enrique Martínez y Martínez contempla la posibilidad de hacer llover o hacer llover donde sea necesario. Para ello hay dos métodos científicos alternativos, el primero es el bombardeo de nubes y el segundo implantar antenas ionizadoras. Aunque claro, habrá que tomar en cuenta las condiciones de los distintos lugares que requieren refrescarse. Ya veremos aquí cómo nos toca.   
Al que le tocó y no, fue a nuestro ex. Felipe Calderón, quien ha declarado querer colocarse como un ex mandatario prudente, y sin embargo estando en la porra del Maratón de Boston, no se resistió al twitter ni se negó a los medios nacionales para dar declaraciones. ¿Quién nos diría que los bombazos que escucharía más cerca serían fuera de México? Apenas ocho kilómetros de distancia de los estallidos.  Además, a pregunta expresa sobre su vida en el extranjero respondió: Estamos muy contentos, muy tranquilos.
¿Por qué no hay una ley que impida este tipo de exilio voluntario a nuestros políticos? Mantenerse en el lugar que se gobernó por lo menos un tiempo similar al de la gestión. Permanecer ahí como sus exgobernados. Acompañándolos y haciendo el gasto de la pensión en el país, en el estado o en el municipio que recordará sus nombres. Que no nos abandonen.    
Cuestión de explosiones, la socorrida con yoduro de plata que estimula las nubes a darnos un poco de agua, la utilizable para hacer acto de presencia donde no nos llaman, y las que queremos que no se repitan, no escuchar jamás en ningún territorio.
Columna publicada en el periódico Expreso de Cd. Victoria y La Razón de Tampico, Tamaulipas. 
Portales electrónicos: Gaceta.mx y La Región Tamaulipas.
 Publicado el  18 de abril, 2013.

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