jueves, 27 de diciembre de 2012

Nuevo año por vivir



Ya estamos nuevamente aquí. Terminamos las posadas y a Navidad llegamos sin que ninguna profecía de desastre se cumpliera. Sobrevivimos nuevamente a otro final anunciado.
Si algo muy bueno dejó el pronóstico mal interpretado, fue el incremento turístico en la Zona Maya. Tan sólo en nuestro país, según informó el director del Grupo Aeroportuario del Sureste, se incrementó un 30% el número de vuelos a Yucatán, lo que en promedio significó una movilidad de pasajeros superior al millón y medio. Nueva era dijeron los entendidos, era de turismo apocalíptico, lo han llamado los especialistas.
En Ciudad Victoria, el 21 de diciembre algunos optamos por la poesía. Poesíaporvenir, del fin del mundo al primer verso fue el nombre del evento que concebimos a manera de celebración vital y de inicio, porque algo comienza sin lugar a dudas cada que se pronuncia la palabra.
En la capital tamaulipeca esa fue una noche fría pero abrigados por el entusiasmo de comenzar un nuevo proyecto, tomamos el micrófono y leímos desde una céntrica cochera de la ciudad. Particularmente esa noche, la lectura se convirtió en un acto ritual y por ende hemos decidido repetir. Ojalá desde otras cocheras, otras banquetas se repitieran actos de consagración poética como este. Desde hoy considérese invitado para la siguiente, ya le haré saber en tiempo y forma para que nos acompañe.
También va mi solidaridad desde aquí para la Doctora Ana Elena Díaz Alejo que durante estos últimos días del año emprendió una cruzada en defensa de los árboles que crecieron en el antiguo edificio del IRBA de Tampico y la ahora Casa de la Cultura porteña. La amenaza de la extinción, de la depredación humana se hizo presente pero su protesta enérgica y sensible movió fibras en la sociedad tampiqueña. Es increíble que aún existiendo leyes, programas, dependencias de los distintos niveles de gobierno encargadas de preservar nuestros bienes naturales sigan ejerciéndose atentados ecológicos en completa impunidad. Eso de irse por la salida fácil sin considerar el respeto a los otros seres vivos con los que compartimos nuestro planeta. En fin, que luego de las manifestaciones de repudio y desacuerdo que los artistas e intelectuales, científicos y sociedad civil de Tampico llevaron a cabo, hubo que reconsiderar por parte de las autoridades siendo la mismísima alcaldesa Magdalena Peraza, quien se comprometió a respetar los verdes años del amate, las palmas cocoteras y arecas que fueron condenadas al exterminio en aras de un supuesto progreso.


Lo que sí se nos termina es este año. Esta es la última columna de 2012 que escribo para usted. Ya vendrán nuevos temas para exponer desde aquí, otros tantos de los que hemos hablado y seguiremos insistiendo. Siga la fiesta, la bienaventuranza y la fortuna con la certeza que llegará un nuevo año enterito por vivir. Felicidades.


Columna publicada en el periódico Expreso de Cd. Victoria y La Razón de Tampico, Tamaulipas. 

Portales electrónicos: Gaceta.mx y La Región Tamaulipas.
 Publicado el  27  de diciembre, 2012..

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