miércoles, 16 de febrero de 2011

Bichos en las cabezas de Tamaulipas

Imagine criaturas chupa sangre de seis patas que a cuenta gotas devoran la pulpa vital de sus hijos y también lo invaden a usted. Están aquí. Una plaga que se extiende, multiplica, incomoda, lastima. Un contagio vergonzoso y casi, casi inconfesable.
Me he enterado por que la comezón acometía intensamente a la mayor de mis hijas. No tuve la malicia para ver lo evidente. Fuimos al médico y él al ver mi desconcierto, dijo: no se preocupe es una epidemia local. Creí que había sido amable conmigo pero luego en la farmacia el dependiente revisó los anaqueles y llamó por radio a las sucursales de la ciudad. Ni un sólo bote de shampú disponible para el tratamiento de la pediculosis.
Entonces comencé el peregrinar por otros establecimientos en busca del remedio y pude constatar que en efecto este problema parasitario era asunto serio. Y no por representar una amenaza vital, esta demostrado que los piojos no son responsables de propagar enfermedades entre los humanos a pesar de ser una causa de tensión y estigmatización social que incide en el bienestar de la población afectada, si no por que el índice de infestación ya ha colocado a Tamaulipas en planas de circulación nacional.
La pediculosis es un problema internacional de salud pública tan antiguo como la humanidad. Existen relatos sobre plagas de piojos en el viejo Egipto y liendres fosilizadas de cuerpos provenientes del desierto de Judea, de cadáveres sepultados por la lava del Vesubio y de momias precolombinas en América.
En México actualmente no hay estudios epidemiológicos sobre la incidencia y prevalencia de este mal. Sin embargo algunos países europeos y otros como Malasia, Nigeria, India, Ghana, Estados Unidos o Argentina, ya han evaluado estadísticamente esta parasitosis. Algunos científicos inclusive sostienen, que hay un notorio crecimiento en el mundo, año tras año, de este problema.
Lo que es cierto, es que la infestación de estos insectos no distingue clases socioeconómicas ni niveles académicos. El pediatra Pedro Barreda ha dicho atinadamente: “Ahora los piojos compran en los mall, van al cine, andan en auto, asisten a colegios privados y hablan idiomas extranjeros, no respetan ninguna cabellera...a todos atacan por igual....”
Y para el contraataque, los laboratorios han desarrollado una gran lista de productos que van desde shampú, lociones repelentes, cremas hasta tabletas ingeridas. En Estados Unidos, existe el servicio a domicilio de “colectores de liendres” pero en México el asunto del exterminio de los piojos todavía no ha sido ampliamente comercializado.
En nuestro estado, la pediculosis es un problema manifiesto del que aún desconocemos su magnitud real y al cual la Secretaría de Salud habrá de aplicarse con un programa público en los distintos municipios para prevenir y erradicar otro contagio como el brote actual que ya ha llenado de bichos las cabezas de Tamaulipas.

Columna publicada en el periódico Expreso de Cd. Victoria y La Razón de Tampico. Portales electrónicos: Gaceta.mx y La Región Tamaulipas

1 comentario:

  1. Así llegó al buz+on:

    Amiga querida:
    Es un hecho que tu generación pasó la infancia ajena a este problema tan común durante mi niñez. Era un ritual semanal despiojar niños, con un lienzo blanco sobre la falde de mamá, nos arrodillábamos en el piso y colocábamos la cabeza en sus piernas para que nos expulgara y, con un peine de dientes muy duros y cerrados, sacara piojos y liendres hasta limpiarnos el cuero cabelludo. También eran comunes las chinches y pulgas.

    DUrante la segunda guerra mundial se inventó el DDT que hizo desaparecer a esos insectos. Creímos que para siempre, pero por lo visto, y a pesar de la potencia actual de múltiples insecticidas, han adquirido resistencia a ellos y regresdan en un ataque impresionante. Acá, en Yucatán, hay ataques frecuentes de piojos hace como tres años. Unos amigos, ella suiza-inglesa, trajeron piojos en sus niñas de allá y también una potente solución para combatirlos, que le venden a sus más cercanos. Sólo espero que los otros bichos mencionados no regresen también, son horribles.

    La actividad humana crea sustancias que acaban con los seres que les incomodad o perjudican, pero la naturaleza tiene más recursos de lo que creemos. Ojalá encontremos la manera de alcanzar el debido equilibrio con ella para que todos convivamos sobre la tierra en armonía.

    Un abrazo afectuoso para ti y tu familia.

    Beatriz Bonfil

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