viernes, 4 de junio de 2010

Homínido polifónico


La noche del viernes fue una noche plena. Acompañada de mis hijas, y otra menor amiga de éstas nos dirigimos al Centro Cultural motivadas por la visita de Sergio Cárdenas. El director había iniciado la noche anterior, en el Espacio Cultural Metropolitano de Tampico, su gira Tamaulipas 2010 con el concierto denominado Genoma Musical de México, para continuar en Victoria y terminar el 23 de mayo en Nuevo Laredo.
Llegamos a las 8:15 al atrio, el concierto ya había comenzado. Tuvimos que esperar a que las puertas de la sala se volvieran a abrir y nos permitieran el acceso. Dicho así, pareciera una falta de respeto nuestra aparente impuntualidad, pero la verdad es que en el teatro Amalia los inicios son impredecibles. En pleno Festival Internacional, inclusive, hemos tenido que esperar más de una hora entre la primera y tercera llamada antes de iniciar el espectáculo... pero esta vez los responsables fueron los miembros de la comisión de los festejos del bicentenario, muy puntuales y con cupo lleno.
Luego de atravesar el pasillo a media luz sintiendo que el peso de las miradas nos empequeñecía y, por lo menos a mí [señora con niñas rompiendo la simetría de la función] me volvían cada vez más densa durante el recorrido a nuestros asientos. Aún no muy aliviadas por el bochorno, nos dispusimos a escuchar el luctuoso Mictlán-Tlatelolco que compusiera Manuel de Elías en 1985 a las víctimas del terremoto en la Cd. México. Las pequeñas comenzaron a vibrar con los dramáticos acordes: Clarissa me tomó de la mano, Gracia y Cristina se miraban y volvían la vista hacia los músicos fingiendo parsimonia.
La tensión cambió  cuando Amaury Gutiérrez comenzó a rapear The flower is a key en pleno patio de butacas, sorprendidas por el contrapunto que hacen lo instrumental clásico y un ritmo contemporáneo que les es familiar; el joven cantante de mezclilla y tenis irrumpiendo hasta el escenario, los ejecutantes y el director en perfecta gala aderezando el ritmo con sus pies y produciendo con los instrumentos sonidos inesperados; el poema en inglés, los músicos haciendo coro...
El rap a Mozart compuesto por Cárdenas para la Filarmónica de Berlín pone de manifiesto la influencia global de las tendencias actuales. Sergio, en franca actitud posmoderna, toma de la cultura callejera de Norteamérica un ritmo que lleva hasta la expresión sinfónica. Un sacrilegio, como él mismo lo diría divertido y que algunos equiparan con la actitud irreverente que caracterizó al genio musical de Salzburgo.
La noche también fue de obsequios, ya que escuchamos en su gira de estreno Boleros sin palabras, una pieza de tamaulipeco a tamaulipeco, compuesta por el maestro en honor al entrañable pintor Pedro Banda; igual fuimos testigos de la entrega de las partituras de esta obra a Eugenio Hernández y su esposa Adriana.     
El director sintetizó en menos de dos horas la secuencia genómica musical de los mexicanos, pasando por las expresiones sonoras con reminiscencias autóctonas, el folclor del huapango, los corridos revolucionarios y otras corrientes populares de salón y serenata. Los asistentes aplaudimos de pie varias veces, el músico profeta en su tierra regresó a escena batuta en mano, para hacernos cantar junto a la orquesta sinfónica de la Escuela Nacional de Música, los temas muy nuestros como El Cuerudo, Victoria y hasta el Himno a Tamaulipas.  
Las niñas salieron contentas del teatro, cualquier otra ocasión no dudarán en volver. Sergio Cárdenas nos llevó a un paseo por nuestros rasgos rítmicos esenciales. Por las huellas que nos marcan, en las que aún los muy jóvenes se reconocen, acomodamos nuestro oído y los latidos del corazón. 

Eva sin paraíso: columna publicada el martes 24 de mayo en Cd. Victoria en el Expreso y el jueves 26 en la Razón de Tampico.

2 comentarios:

  1. ASÍ LLEGÓ AL BUZÓN:

    Gracias por la información, no sabía que tenías hijas, pero que bien
    un saludo también, para ellas.

    ATENTAMENTE:

    SERGIO GARCÍA DÍAZ

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  2. Querida Eva: no tuve la oportunidad de ir por una situacion u otra, pero hubo varios amigos que tuvieron la fortuna de asistir y me dijeron que me hice un favor, que eso del rap nada más no. En fin, no puedo decir nada por que, repito, no asistí. Un abrazo y que chido que se la pasaorn bien.

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