Recibí una invitación vía correo electrónico a
inicios de la semana pasada, el remitente era Elín López. “Unidos por el arte y
para el arte”, iniciaba el texto del mensaje adjunto... como ella de tiempo
atrás ha venido construyendo una amplia base de datos con los contactos
electrónicos de los creadores artísticos, conexos y similares de nuestro
estado, además de ponerla generosamente a disposición de quien se lo solicite
para difundir algún evento, supuse entonces que no era una convocatoria
personal sino una especie de cadena. Conjetura: ni es Elín quien cita, ni me
están requiriendo exprofeso.
Al transcurrir las horas, el mensaje comenzó a repetirse en mi buzón, pero ahora lo
mandaba tal y cual, aquél y éste compañero, todos personas dedicadas a
quehaceres y asuntos de las llamadas actividades culturales... algunos
preguntaban: fuiste requerida, quién organiza esto, asistirás “al primer encuentro de la comunidad
artística y cultural de nuestra Ciudad Victoria”...
A mi no me salen las cuentas y me resulta de entrada
pretencioso.... ¿Primer encuentro? ¿A partir de qué fecha o de quiénes? La
capital ha visto a su gente del arte y promotores de cultura reunirse en más de
una ocasión desde abril de 1825, cuando alcanzó la categoría de ciudad y su
nombre actual. Tan sólo estoy por cumplir trece años de residencia en Ciudad
Victoria, y recuerdo sin ser exhaustiva con la memoria, cuando Laura
Casamitjana nos citó en un salón de la Presidencia Municipal, también los foros
de propuestas antes de la llegada de Yarrigton al
¿Por qué acudir a las 6 de la tarde del miércoles 18
de abril al salón Candilejas a una reunión en la cual el anfitrión no se
identificaba y sospechosamente ahora se inflamaba en retórica con mayúsculas: “FORTALECEREMOS
LA GRANDEZA CULTURAL DE NUESTRO ESTADO (...) ¡TU PRESENCIA Y PARTICIPACIÓN ES
LA CLAVE DE LOS TIEMPOS VENIDEROS!”
Aclaro. Sé que socialmente estar presentes y
participar, es fundamental para construir lo que consideramos importante, mejor
y necesario; trate de lo que se trate. Mi carrera como la de tantos otros en
Tamaulipas, ha estado unida por el arte y para el arte mi trabajo diario.
Pero de ahí a morder el anzuelo de quien no nos
llama por nuestro nombre, de un grupo –que de entrada no se presenta- pero se
manifiesta, como los hongos del jardín, con las humedades preelectorales... y
si de antes existía ¿por qué no nos tomó entonces en cuenta?
Si hacemos un análisis de contenido del mensaje de
la invitación que no llega a 80 palabras, encontraremos conceptos como unidad,
fortalecimiento, grandeza, inicio, celebración, presencia, participación,
clave, porvenir... una ráfaga intensiva para el ego sensible, marginado del
presupuesto y los elogios: los creadores, ejecutantes y promotores del arte en
Tamaulipas.
A veces uno desea de verdad equivocarse; esta vez es
una de ellas. Porque de otra manera, se trasluce quien anda en campaña y con su
plan de marketing apunta a nuestras emociones como segmento de mercado/fauna
cultural para olvidarnos después... qué esperar, si de entrada ni cómo nos
llamamos saben.
Pero ya se descorrerá el telón, conoceremos a los
que en todo su derecho, poseen aspiraciones para figurar en la administración
de las actividades relacionadas al arte en nuestro estado, y por supuesto su
equipo operativo. Que conste que no estoy en desacuerdo con su estrategia, pero
de entrada no me gustan las maneras, y de ser buenos elementos para la política
sé que cuidarán en adelante la forma. Tercera llamada: comenzamos.
Dr. Torre, acomódese en su butaca, aí le hablan.
PD: A propósito de doctores. Hace meses una dolencia
me aqueja, hoy toca cita. Ya veré en qué resulta el tratamiento.
Eva sin paraíso: columna, publicada en el expreso el martes 20 de abril 2010.
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