sábado, 7 de febrero de 2009

La lucha contra el cáncer es hoy

Mi abuelo paterno murió de cáncer de pulmón, mi abuela materna de cáncer en la piel y mi padre ya casi hace una década que padeció y ha sobrevivido a un cáncer de Colón. El fantasma de mis muertos me acompaña, camino los días con los dados cargados y la muerte aún no decide tirarlos sobre la mesa. Por eso tengo motivos de festejo cada cuatro de febrero, el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer. Mientras haya vida, lo sé, hay esperanza.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), instituyó esta celebración para sensibilizar a las personas sobre la gravedad de esta enfermedad, convertida de tiempo atrás en un problema de salud pública mundial. Con esta fecha, se convoca a los investigadores, la industria, los médicos, los pacientes, los gobiernos, los activistas y a los que no la deben ni la temen a luchar contra este mal. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha insistido a los gobiernos de América Latina a establecer políticas de prevención, ya que cada año los tumores malignos matan a millones de personas que pudieron prevenirlos al realizar sencillos cambios en su estilo de vida.
Tan sólo en México, el Instituto Nacional de Cancerología (INAC), reporta un diagnóstico de 11 nuevos casos y seis fallecimientos por hora. De tal manera que la enfermedad del cangrejo se han convertido en la segunda causa de mortalidad en nuestro país. Lo cual se traduce en que uno de cada tres mexicanos padecerá alguno de los más de 100 tipos de cáncer existentes. Sin embargo, la naturaleza tiene sus propias tendencias de acuerdo al género: para los hombres, los carcinomas de pulmón, estómago, hígado, colón-recto, esófago y próstata son los más frecuentes, en cambio en la mujeres hay más alta incidencia de cáncer de mama, pulmón, estómago, colón-recto y cuello uterino. De hecho, según la Secretaría de Salud federal, el cáncer de mama es desde el año 2006, la primera causa de muerte entre las mujeres mexicanas, al registrar cuatro mil 200 decesos.
Tan sólo en Tamaulipas, este padecimiento incurable en algunas de sus etapas de desarrollo, en los últimos meses ha arrebatado la vida a 230 mujeres y 52 permanecen en la lucha por recuperar su salud. La gráfica del 2009 apenas comienza a trazarse con 31 decesos registrados durante el primer mes del año y lo que va de febrero.


Apenas hace unos días nuestro secretario de salud en el estado, expuso que durante el 2008 “para la detección del cáncer cérvico-uterino en los 17 hospitales, 256 centros de salud y cinco unidades móviles especializadas” se realizaron más de 100 mil exámenes de Papanicolaou y cerca de 20 mil estudios de colposcopia... entonces, si observamos las cifras, podemos interpretar que a lo sumo un 20 por ciento de la población femenina en Tamaulipas acudió a hacerse su revisión.
El Director del Centro Oncológico estatal ha reconocido que no hay suficientes especialistas en el área como radiodiagnostas y mastógrafos. Pero si los hubiera, tampoco se cuenta con suficientes aparatos para proporcionar la atención.
El cáncer, mientras tanto, avanza su tejido abigarrado y obstinado en nuestras entrañas. La pobreza, la ignorancia, el prejuicio y el temor son sus mejores aliados:
La pobreza, que se traduce en falta de seguridad social, mala alimentación, poca educación...
La ignorancia, que incide en una nutrición inadecuada, el desconocimiento de los exámenes preventivos personales, y la no exigencia de nuestros derechos de salud pública...
El prejuicio, que nos impide aceptar el estudio necesario, ya sea por que nos da pena que alguien manipule y analice partes de nuestro cuerpo que consideramos íntimas o porque tal ejercicio incomoda a nuestra pareja, y en muchos casos lo prohíbe...
El temor, de saber que la amenaza se nos adhiere, que el que busca encuentra y que de sacarnos el numerito de la rifa no seremos más quienes creíamos...
Por eso, más que el cuatro de febrero, nuestro día de lucha contra el cáncer es hoy. Arraiguemos en casa costumbres sanas: atención a la dieta, ejercicio frecuente, uso de vacunas, cuidados para la exposición al sol, higiene íntima y un No permanente al abuso del tabaco, el alcohol, la promiscuidad sexual y el celibato.


Posdata de la crónica de una amiga y sus amigas que conozco.- Es de pensarse antes de hacerlo, preparase para la ocasión. Escoger la pantaleta importa. Nada de encaje o telas traslucidas. A pocas nos gusta que nos vea de otra manera, aunque lo más seguro es que ni lo note, ¡Cuántas mujeres han pasado antes! Un color neutro y sin estampados siempre es mejor. Bañarse, lavarse muy bien ahí; entre las piernas. Si fuera necesario, por el monte de Venus, un despunte. Perfume discreto, poco maquillaje.
Cuando estemos con él o ella, hay casos, es de respirar profundo y dejarse llevar. Es de abrir las piernas, no hay de otra, y dejarlo que haga rápido su trabajo. Seguramente que por cortesía o para romper la tensión del momento nos hará algún comentario, quizá una pregunta. Es de responderle como si de plano no nos estuviera trasculcando la vagina. Luego la enfermera se llevará la muestra, nos dirá que podemos vestirnos, que eso es todo, que es importante saber el resultado. Entonces, es de irnos con la esperanza de que a nosotras no... pero estar fuertes para lo que sea que venga.



Eva sin paraíso: columna en el Expresso publicado el viernes 6 de febrero 09
Imagenes tomadas de: http://www.amapil.com.ar/ y http://tarjetade10.towmar.org

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