domingo, 27 de julio de 2008

Miércoles 23 de junio 2008


Candor segundo

Primer día de clase. Primero de primaria. Primera duda:
- ¿Y no podrían mejor inscribirme en sexto año de una vez?

martes, 22 de julio de 2008

Caídos


Los pendejos siempre se hacen evidentes: aún ocultos en la boquilla húmeda de los azulejos, la maraña de los estropajos o en la barra de jabón que los atasca.

lunes, 21 de julio de 2008

Candor primero


Él tomó con la pala el hot cake del comal. Lo sirvió en silencio en el plato. Frustración: Espero que el siguiente salga mejor.

Ella tomó el plato con el hot cake. Se apresuró hacia la mantequilla y la mermelada. Alegría: Yo quiero este con forma de flor, papi.

domingo, 20 de julio de 2008

Mosaico de Pasta


MOSAICO DE PASTA


Hubo tres muertes verdaderas entre tantas y tantas aparentes. El abuelo, el prieto, tendido en el corredor dejándose morir por quince minutos. El piso colorado de pasta como un gran tapete pétreo de 10 x 4 era un incendio con sus tronidos guturales de animal extraño.
La abuela hacia trapear los pisos dos veces al día, de tal manera que hubiera reflejo de luz en ellos. Los mosaicos los encargó en rojo porque quiso dar un toque de elegancia a su casona rústica. Aunque tuvo la piel blanca, ella sabía que en sus venas corría sangre indígena. Su casa natal fue un jacal de adobe y palma, en un solar amplísimo con noria y geranios. Ella era la menor de tres sobrevivientes en los 16 embarazos de su madre, era la güera de la familia con cabello rizado, tan parecida al padre que perdió con la leva. Ella era la estudiante con beca que terminó las tareas alumbrada por la luz en la bombilla de petróleo, la que no se bañó a jícarazos pues tuvo regadera de madera, la que trabajó desde los 16 enseñando en una escuela primaria donde la llamaban señorita sin haber tenido aún su primer regla, la que se casó de blanco con un pagador de gobierno. Ella era la que esperó pacientemente algunos meses para que su diseño hecho por artesanos, armado en piezas de 20 x 20cm y 23mm de grosor cubriera aquel suelo de tierra desnuda de su infancia y olvidar así la escoba de rama, el riego para aplacar el polvo dentro de la casa.
El abuelo hacia la siesta al final del corredor. Tendía su catre debajo de la mesa de corte de la abuela, a un lado de la balaustrada que da a la terraza donde la parra se urdía en techumbre verde y malva en verano. Siempre de tres a tres quince por la tarde los ronquidos rompían el canto de palomas y la parsimonia vespertina, el resuello de su respiración parecía venir de un hueco muy adentro al que siempre quise asomarme.

sábado, 19 de julio de 2008

Educar sin el ejemplo

Nadie de la familia le ha dado esos ejemplos. El mayor de mis tíos maternos fue corredor de salto con obstáculos pero ni siquiera yo lo ví en una pista. Sólo con la imaginaciòn, ayudada por algunas fotografías en blanco y negro y los relatos de mi abuela.

De ahí en fuera nada que justifique el gen deportivo de Gracia.
Heredó sin duda, la enegía inagotable de su papá y el carácter obsesivo de su madre. Quizá alguna hada le otorgó ese don kinésico. Todo este coctel por sus venas la define.

A los seis meses se puso en pie, a los ocho caminó. Eso le permitió debutar como madrina de pétalos al año. Aprendió letras y números representándolos con su cuerpo. Brinca de emoción, baila mientras come, y entrena desde los cuatro años.
A sus ocho, me levanta a las 6 de mis cómodas madrugadas de verano para entregarla a las 7 en el gimnasio, recogerla a las 12. Llevarla nuevamente a las 2, pasar por ella a las 4. Y ya saliendo la tarde, a nadar de 7 a 8.
Termino exhausta.




viernes, 18 de julio de 2008

Cadena Perpetua


¿Ha visto usted esa buena gente que le pone al mal tiempo buena cara?
Ingenuas criaturas equipadas con corteza de uso rudo.
Esas que sonríen sin provocación ni causa original, desahuciando este congénito mal humor
.

jueves, 17 de julio de 2008

Por apertura


Dije que lo haría.
Tan sólo de este 2008 caduqué seis meses, mientras mi cibersolar seguía deshabitado.
Pero estoy de estreno. No más terrenos baldíos.
Planto mi huella, izo la bandera.
Pronuncio otros nombres.
Esta mudanza de voces despega su horizonte.
Ya hablaremos luego.
Imagen tomada de Natalias blog