martes, 13 de octubre de 2009

Y canté con Plácido Domingo


Plácido domingo se guisa a parte. Dueño de cada paso de su carrera que iniciara a finales de los cincuenta, realizando arreglos y coros para la banda black jeans conformada por César Costa y Enrique Guzmán, para luego debutar en escena como cantante en el Teatro Degollado de Guadalajara, Jalisco, y a vuelta de milenio ser una figura internacional indispensable al referirse al mundo de la ópera. Dueño de su voz, del repertorio, del escenario, del público, de la noche. Dueño de su primera vez en Tamaulipas. Plácido lo hizo bien. ¿De qué otra manera lo hacen los grandes? Fue un acierto de nuestra primera dama invitarlo. Nos lo merecíamos. Merecemos buenos espectáculos.

El señor Domingo fue condescendiente con nosotros, los de las muy escasas oportunidades como espectadores de ópera: preparó un programa variado junto a Virginia Tolá e interpretaron acompañados de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, esta vez dirigida por Eugene Kohn. Luego nos dio el pilón, la sorpresa. Cantó música vernácula. Vistió de charro, cantó con mariachi. Vistió de Cuera, cantó con huapangueros. Vistió de humildad, cantó con el coro juvenil del DIF. Vistió de entusiasmo, nos animó a cantar con él. Y cantamos.

Lo bueno que las de José Alfredo y Cuco Sánchez si me las se de memoria, y así; a pesar de que no se escuchaba bien, pude seguir al tenor… porque lo que es el Cid de Jules Massenett, Louise de Gustave Charpentier o L´Amico Fritz de Fietro Mascagni entre otras… se convirtieron en un melódico barullo lejano, aderezado con crujidos de doritos y rodadas de latas de coca cola por el piso. ¿No convendría que los ingenieros dieran otra revisada al inmueble para mejorar la acústica del lugar? Ya de plano sería bueno hacer otra función de beneficencia para instalar los asientos tipo auditorio que se requieren, por que en el aún oloroso a nuevo Centro de Convenciones: no se oye bien, no se ve bien, pero se cobra más que bien. ¡ah¡ Y también se llega tarde. No hay de otra cuando se comercializan más de ocho mil lugares y el acceso al recinto es apenas de dos carriles con el estacionamiento insuficiente, de tal manera que se improvisa el acomodo de los autos sobre las áreas verdes del lugar.


Posdata...él quiso quedarse...pero ya estaba escrito...: En la noche húmeda y cálida del puerto, una cena de gala reúne a cierta elite luego del concierto; mientras un hombre ataviado de mariachi cruza a pie el perimetral: instrumento al hombro, sombrero en mano. Regresa caminando a casa luego de su chamba ocasional; aún resuena en su memoria la intrerpretación del cantante. En solitario, también vuelve a escuchar los aplausos de los espectadores, y su música, su voz que también acompañó a quien ha sido nombrado el más grande tenor de todos los tiempos.


Eva sin paraíso: columna en el Expresso


2 comentarios:

  1. Lo escribì en mi blog, querida Eva, es una envidia (de la buena) que hayas ido, los precios eran super elevados para el infelizaje y eso que el gobierno lo invito. Ojalá algún dia un espectaculo de esta magnitud, calidad y calibre esté cerca de un público que necesita de algo como esto. Saludos.

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  2. Tú que le sabes mejor a la psicología... a mí siempre me ha llamado la atención esa frase...(envidia de la buena)Pues eso no se si exista... será admiración...otra cosa... alguien me ayudó a ver que satanizamos mucho esa emoción... que al fin es tan humana como el miedo o la alegría. Entonces para que el otro no sienta gacho de que queremos arrebatarle su paleta pero no la aguantamos... le decimos que ese impulso es del bueno... ajá...

    En fin... expresiones aparte, sí, los precios están casi al doble de otros centros de espectáculos nacionales... aquí lo justificaron MUY BIEN diciendo que era una función de beneficencia PERO aquí lo que lo vuelve costosisímo... es que las condiciones no estén para que se disfute... aún no hay patio de butacas,entonces apenas ves... no se oye bien... y ni que contarte de la organización logística para el acomodo del auditorio... una hora despues y sigues viendo traseros... Para el gran público la televisión abarata el show...
    mi madre dijo que estaban locos, que ella mejor se compraba un disco y lo oía mejor y más tiempo... eso que no sabe bajar videos y canciones de internet... que si no... casi regalado...

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