lunes, 16 de febrero de 2009

Antojolía en nombre del amor y la amistad

Peluche, chocolates, flores, tarjetas, globos, pastel y corazones por doquier podrían ser el resumen del consumo en masa de nuestro ya bien posicionado mercadológicamente, catorce de febrero, Día de San Valentín mediante el cual celebramos el amor y la amistad, también llamado día de los enamorados.
Al paso de estos días me han surgido dudas cuantitativamente peregrinas: ¿Cuánto betún embarrado en nombre del amor? ¿Cuánta azúcar para endulzarnos esta fecha? ¿Qué cantidad de helio para inflamar los corazones? ¿Cuántas camas de motel compradas en nombre del festejo durante el fin de semana?
Aunque también con ellas me han llegado otros cuestionamientos cualitativamente incisivos: ¿Por qué necesitamos sentirnos siempre amados? ¿A caso del tamaño del festejo es nuestra carencia? ¿Qué tipo de fantasía social buscábamos cumplir con todo esto?¿Cuál es el regalo que expresa amor genuino y por lo tanto tiene el poder de transformar el sin paraíso?
Leyendo los titulares de la prensa y algunas noticias peculiares, va una muy breve antojolía (entiéndase como selección de antojos) en nombre del amor y la amistad:
1.- Cese al fuego en todas las franjas de sin amor del mundo.- Cese a la ofensiva militar en todos los continentes. Basta de tendencias armadas. Urge prescripción de rehabilitación posbélica, desarme y un canto a la Páez de Paz: “... hay mucha rabia suelta, y angustia nena. Y hay mucha, mucha desesperación. La puta madre que los re mil parió ¿Por qué nos cuesta tanto el amor? Yo quiero ver tu risa y besar tu boca y sacarte el diablo de tu corazón.”
2.- Declinar la construcción del muro fronterizo entre México y Estados Unidos.- Esa línea anacrónica que edifica la marginación y lastima la dignidad humana. Sr. Obama, le dedico esta estrofa que Leo Dan popularizó en los setentas: “... debe caer por obra del amor, esa pared, que nos separa siempre debe caer debemos platicar ...”
3.- “Al sonoro rugir del bridón...” mal entonara Julio Preciado en la Serie del Caribe.- ¡Fuera! ¡Fuera! Estoy con la multitud, a favor de los artículos 38 y 39 de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional y con el corazón henchido de fervor patrio. Por amor a México que se castigue a este infractor con la multa estipulada, además de un arresto escolar hasta que apruebe educación cívica y ética. Pongámosnos de pie y entonemos juntos como se debe nuestro Himno.
4.- Ni una base de manera directa para el SNTE.- Si los maestros reprueban el examen para obtener una plaza, pues que se pongan a estudiar. Luego por eso los alumnos egresados no se saben siquiera el Himno Nacional. Es más, para que nos demuestren su amor al saber y eduquen con el ejemplo, aún los profesores con plaza deberían presentar examen bimestral y como se hace a los alumnos, sólo a los más altos promedios se les reconocerá con becas o puestos sindicales a ritmo de la marcha de las vocales de Gabilondo Soler: “Primero verás que pasa la A...”
5.- A la sin manera de Carlos Slim: “...y estar llorando después”.- Como el segundo señor millones del mundo no quiere ser catastrofista pero a pesar de esto no puede más que anticiparnos un oscuro futuro económico a los mexicanos, con la letra de Eloy Blanco y a coro le canto: “... si pintas con amor, por qué desprecias su color, si sabes que en cielo también los quiere Dios... píntame angelitos negros.” Si una fundación a su nombre apadrinara con un millón de pesos a cada uno de los 14.4 millones de mexicanos en pobreza extrema en nuestro país, su fortuna apenas se afectaría con menos de 15 millones de devaluados pesos... y quién sabe, pues podrían mermar sus impuestos.
Posdata de la mudanza: Como esta Eva sube, baja, corre, grita, calla, lee poesía, cría dos hijas, ejerce como esposa, como docente, cuida seis mascotas, recibe amigos en casa, surte la despensa, va al gimnasio y escribe esta columna... su día para leerla por lo pronto, será el de inicio de semana laboral. Lunes en exclusiva, después del martes podrá visitarla en ciertotestimonio.blogspot.com

Eva sin paraíso: columna en el Expresso. Publicado el lunes 16 de febrero 2009

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