EL telón comenzó a caer por todo el territorio tamaulipeco, la tradicional fiesta del arte está cerrando su XIII ciclo. En la capital del estado, las actividades se darán por concluidas el próximo 8 de octubre.
El Maestro Sergio Cárdenas, director artístico del festival, planteó como reto propiciar condiciones para que Tamaulipas se logre como nación cultural. Ya que la ola ha pasado por nuestras playas, fronteras y llanuras, podemos apreciar lo que su paso dejó.
Entre todas las acciones, tres podrían señalarse como los grandes aciertos de este festival: accesibilidad para el público, contacto entre artistas foráneos y locales, pero sobre todo ese ánimo de abrir el escenario a la confrontación de las propuestas nacidas en nuestro estado.
Muchos fueron los eventos gratuitos que se ofrecieron en distintos lugares como plazas públicas, iglesias, escuelas, galerías, auditorios... Algunas actividades en los teatros tuvieron los boletos a precios que iban desde los cincuenta pesos, lo cual hizo posible que muchas familias ocuparan las butacas por primera vez. En las taquillas, hubo fila como en pocas ocasiones; las salas perdieron cierto halo de sofisticación pero ganaron júbilo y aplausos sinceros a final de cada función.
Además de las emociones para los espectadores, se frecieron distintos tipos de vivencias que abrieron más dejó huella en el corazón sensible de los iniciados. También se impartieron clases magistrales de teatro, danza contemporánea y percusiones con figuras de la talla de Cecilia Lugo o los integrantes del grupo Tambuco, entre oposibilidades artísticas que las presentaciones mismas. La Compañía Nacional de Danza, por ejemplo, convocó a las distintas academias de ballet de las ciudades que visitó. Los alumnos pudieron convivir con bailarines profesionales en los ensayos, y ser parte de la obra inclusive. Vimos en el escenario a una selección de niñas y jóvenes que vivieron su propio cuento de hadas al participar del montaje de Cenicienta. Una extraordinaria experiencia que tros más que no sólo llegaron esta vez a Tamaulipas a presentarse ante el público, sino también a retribuir con su experiencia apostando a la transformación cultural de este estado.
Otra de las acciones inéditas que el festival trajo consigo, fue su apertura a los diversos tipos de manifestaciones y esfuerzos alternativos. El Taladro Fest, un evento independiente coordinado por Antonio Rotuno desde Ciudad Victoria, mantuvo su propuesta artística experimental a lo largo de cinco ediciones y ahora ha sido adoptado, de tal manera que sus exposiciones plásticas, exhibiciones de cine y presentaciones musicales se fusionan con el FIT. Desde la capital la fiesta termina con la última presentación de Taladro Fest VI. 
Sergio Cárdenas crea esa complicidad con los artistas, muestra la creación como posibilidad cercana, como una tarea que desde Tamaulipas puede asumirse, desarrollarse y confrontarse. Esta nueva dirección del FIT ha inaugurado de manera contundente, eso que es llamado por Cárdenas, nuestro tiempo de Tamaulipicidad en el arte.
Columna publicada en el periódico Expreso de Cd. Victoria y La Razón de Tampico, Tamaulipas.
Portales electrónicos: Gaceta.mx y La Región Tamaulipas.
Excelente tu artículo, de acuerdísimo contigo y el rubo que le diste a tus letras. Es un orgasmo ver que nuestro gobernador tiene esperanza en nuestro estado, quizá este sea una clara simbolización de lo mucho que nos falta como sociedad para que se abran espacios y sean ocupados por talento de casa. Ojalá esto sea tan solo el inicio y no se quede en un festival que se quede así precisamente, en un intento. Un abrazo bien vibrado.
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