El celular sonó. Era miércoles por la mañana y yo trataba de escribir porque sentía como si el primer frío de este otoño me helara las ideas. Contesté con fastidio, una distracción más frente al monitor iluminado y vacío.
Al responder, la otra voz dijo su nombre y dando por hecho que estaba enterada, comenzó a hablarme de la logística del evento, de las formas de traslado. Mucho pronunció mi silencio que lo hizo preguntarme si sabía. Pero no, y era cierto. Entonces me felicitó y me comunicó que era una de las ganadoras del Premio Estatal de Periodismo Deportivo.
¿En qué género? Pregunté. Entrevista, con el trabajo Pasión de Alto Rendimiento. Seguí sin hablar mucho, atendí las indicaciones. Comencé a sentir menos frío, cierta intensidad en la sangre al fluir. Sonreí. Aún sonrío satisfecha mientras escribo.
Si algún antropólogo en el futuro leyera o viera grabaciones de los espacios en los medios dedicados al deporte, pudiera inferir que en estas épocas, las mujeres poco se dedicaban a estas tareas. Observe usted lo poco que se escribe, se comenta o se publica de los quehaceres femeninos en esta área.
Por eso estoy contenta. La última vez que asistí a una rueda de prensa del ITD (me invitaron porque el tema salió y ya no había vuelta atrás) era la única mujer presente. Ya se que los de buena memoria me dirán que había ahí otra compañera pero en realidad tampoco la invitaron, más bien le pedí que me acompañara para poder menguar en algo el exceso de testosterona en la sala.
Mire usted, hoy uno de los textos seleccionados como premio de periodismo deportivo, no habla de fut bol sino de gimnasia, y expone desde la voz de una de sus protagonistas el drama de ser mujer en el deporte. Que las hay aunque parezca que no. Aunque se les atienda poco. Aunque se les ignore. Aunque se permita que se les abuse. Aunque no las controlen. Aunque no sepan cómo entrarles.
Uno de los pilares de la tabla de medallas de Tamaulipas está sostenido con el esfuerzo femenino, sin embargo hay muchos asuntos de mujeres y sobre mujeres pendientes aún para el deporte de nuestro estado, lo sabe bien el director Enrique de la Garza Ferrer a quien buenas intenciones y promesas le hemos escuchado.
Agradezco la distinción conferida al comité dictaminador integrado por Azahael Jaramillo Hernández, Fernando Acuña Piñeiro, Teresa Medina Marroquín, Arnoldo García Cáceres, Felipe Galván, Ricardo Vázquez Muñiz, Mao Fidel Flamarique Torres, Mariano Varela y José Pinales Godoy; todos comunicadores profesionales con amplia experiencia en estas tareas.
Dedico este premio a mi hija mayor, Gracia Olivares, quien me ha enseñado a mantenerme en pie aunque tiemblen las piernas. Porque la he visto crecer entre saltos y giros, correr, sudar y alcanzar sueños. Porque la he visto hasta desboronarse, entregarse y ser solidaria, creer. Porque en busca de respuestas para ella, ahora pregunto y escribo. Porque ahora se que todo eso es ganar.
Columna publicada en el periódico Expreso de Cd. Victoria y La Razón de Tampico, Tamaulipas.Portales electrónicos: Gaceta.mx y La Región Tamaulipas.publicado el 15 de noviembre, 2012.
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